«El gusano es el único emperador de la dieta; nosotros cebamos a todos los demás animales para engordarnos, y nos engordamos a nosotros mismos para cebar a los gusanos. El rey gordo y el escuálido mendigo no son más que servicios distintos, dos platos, pero de una misma mesa; he aquí el fin de todo.-«
W. Shakespeare; Hamlet; Acto IV, Escena I

La muerte va forjando nuevas formas
Y el supremo arquitecto, don gusano,
le cambia la cara al deseo humano
con su vientre, dictando nuevas normas.

No existe un logaritmo ni una horma
donde calzar la fe de los hermanos,
no existe una cadena ni una mano
que enlace el devenir y le de forma.

El capricho es la ley que nos condena,
la esperanza, el castigo en esta vida
y la muerte es el fin de toda pena
la libertad creadora concedida.

Ella escribe las formas de la mano
del dux de la creación que es don gusano.-